Y como duele!!
En estas últimas semanas he tenido un
encuentro muy cercano con ese dicho de “para ser bella hay que ver estrellas”,
la verdad jamás pensé que ciertas cosas que hacemos nosotras las mujeres (y
algunos hombres) fueran tan dolorosas, pero así es, y les voy a contar mis
experiencias:
Primero inicié mi régimen de tortura yendo
donde una esteticista, la idea era simplemente ir a teñirme las cejas porque
soy de las poco afortunadas que tienen muy poquitas, y los poquitos pelos que
tengo son muy claros, entonces durante el tinte todo bien y perfecto ni se
siente nada, hasta que me pregunta ¿Cómo las quiere naturales o sexys? Obvio le
dije “sexys por favor” y en eso siento que me pone una pasta caliente en las
cejas!!!! Yo nunca había usado cera en mi vida, siempre todo con pinzas, y
empiezo a sentir como me jalaba todos mis pelitos!! Digamos que si dolió pero
mínimo, y las cejas me quedaron hermosas o “sexys” como diría ella, por lo que
tome la decisión de hacer la tortura número 2…
Como les dije, nunca había usado cera
en mi vida, por lo que cuando me arreglaron las cejas vi que no era la gran
cosa, decidí hacerme el “bikini wax” es decir, depilarme “ahí abajo” con cera,
algo en lo que siempre había pensado pero nunca me había decidido hasta ahora.
Déjenme decirles que el dolor que sentí mientas jalaba cada una de esas bandas
de cera caliente nunca lo había sentido en mi vida. Y no es solo el hecho de
depilarse, son las posiciones que hay que hacer para que a uno lo depilen,
digamos que son un poco incomodas, la esteticista las llamaba “posiciones de la
vergüenza”, se puede decir que si es un nombre correcto, porque no sé si saben pero
con el bikini wax a uno le tienen que quitar todo desde adelante hasta atrás.
Si ya se lo han hecho saben las posiciones que hay que hacer, si no lo han
hecho lo dejo a su imaginación…
Si les soy sincera, si dolió, si fue
incomodo, pero sí lo volvería a hacer, tanto las cejas como el bikini, porque
si somos sinceras a nosotras nos duele como clientas, pero creo que la que
sufre más es la esteticista viendo a sus clientes tanto femeninos como
masculinos todo el día… no creo que sea muy agradable…
Tortura número 3, y tal vez la más
dolorosa! Como sabemos, estamos en enero, es decir, venimos de la época de
festividades donde lo único en lo que uno piensa es comer, descansar y disfrutar...
pero sobre todo COMER!! Pues sí, después de tanta comida al parecer el cuerpo
no entiende que no debe de acumular toda la grasa, sino que la debe de
desechar, pues como no lo hace tendemos a engordar uno que otro kilito, más los
que ya venían acumulados de todo el año.
Para hacer la historia corta, fui a la
nutricionista y al parecer estoy hecha un mamut por lo que me mando a comer
1400 calorías diarias, en si la cantidad suena normal, hasta alta suena, pues
NO!!! Es muy poquita comida, voy a pasar con mucha hambre!! Para que se den una
idea de cuánto son 1400 calorías les voy a dejar un ejemplo, solo debo decir, más
vale que esto me haga el cuerpo de modelo de Victoria’s Secret, sino me voy a
literalmente comer a alguien!
Por último y no menos importante,
vamos con la tortura número 4! Esta se llama “la tortura de las agujas” o como
se conoce popularmente “Mesoterapia”. ¿Qué es la mesoterapia? se preguntaran,
pues es un método inventado en Francia en donde por medio de agujas pequeñas de
insulina (con como de un centímetro de largo más o menos) a uno le inyectan en
zonas específicas diferentes medicamentos como vitaminas, aminoácidos,
minerales, etc, que lo que pretenden es ayudar al músculo a deshacerse de la
grasa acumulada más rápido.
Si gustan apenas sienta resultados
hago un post solo de mesoterapia. Por el momento debo decirles, yo me inyecte
en la zona de “la panza” y en los muslos o “pistolas”, y déjenme decirles que
no importa que tan pequeña y delgada sea esa aguja, SI SE SIENTE! Son un montón
de mini piquetitos que le van haciendo y uno no tiene tiempo ni de respirar ni
analizar entre cada piquete.
Me dijeron que se me podían hacer mini
moretitos por la aguja pero en realidad del montón que sentí solo tengo un
morete y es súper pequeño, y el dolor duro solo unos 5 a 10 minutos. Ahora la
pregunta de si lo volvería a hacer la contestare si veo o no resultados, porque
prácticamente me acabo de inyectar ayer así que aún no se.
De todas estas torturas aun me falta
comenzar la peor de todas que es el ejercicio, nunca he sido una persona atlética,
no me gusta correr ni nada de eso, así que voy a probar con el yoga a ver si
logro volverme consistente con ese ejercicio.. Eso lo dejare para el próximo
post de belleza…
En serio que las mujeres estamos increíblemente
locas y todo lo hacemos solo por vanidad, pero lo peor de todo es que por más
que todo esto sean “torturas” probablemente todas las repetiré porque como
dicen “la belleza duele”
¡Gracias!
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